miércoles, 24 de noviembre de 2010

El gusanito Trip

Este es un breve cuento que me inventé un día qu me aburrí.

Érase una vez un gusano viajero que se sentó a la orilla de un río y se quedó dormido. Cuando despertó se encontró rodeado de un montón de gusanos que le observaban.
- Buenos días, me llamo Trip, les dijo sonriente.
Entonces, uno de ellos le preguntó:
- ¿De dónde has salido? ¡Eres muy raro!
Trip, sorprendido, respondió:
- Vengo de una pradera muy lejana, y no sé por qué me encuentras raro.
- Tienes pintas de colores en la piel, y los gusanos son verdes, eso es lo normal, le contestó.
Trip se rió mucho y exclamó:
- Los gusanos pueden ser de colores muy distintos. Donde yo vivo todos son como yo.
-No es fácil entenderte, hablas como si cantaras, añadió.
- Es cierto. También hay gusanos de voz suave como la brisa, fuerte como el trueno, alegre como el agua de un manantial. De pronto, un gusano se adelantó gritando:
- Miente, yo creo que está enfermo y nos contagiará a todos.
Otro explicó:
- Yo creo que está mal de la cabeza o es algo tonto.
- Está enfermo ¡Nos contagiará! ¡Es tonto! murmuraban entre sí.
Entonces, Gusi, un pequeño y esmirriado gusanito del que todos se reían, venciendo su timidez, le preguntó:
- ¿Te gustaría venir a mi casa? Me encantaría ser tu amigo.
Trip fue hasta su casa que era un agujero en el tronco de un haya, y allí charlaron horas y horas ... y los dos se sentían muy contentos.
Cuando se hizo de noche, las pintas de Trip empezaron a brillar en la oscuridad.
- ¡Vaya, eres realmente especial, le dijo su amigo Gusi sonriendo.
- Sólo soy diferente, eso es todo, repondió Trip, algo molesto.
Nadie más hablaba con Trip, y él se sentía muy triste. Pero un día un gusanito se perdió en el bosque al atardecer, cuando ya apenas se veía nada.
Los gusanos importantes se reunieron para pensar de qué forma podrían salvar al gusanito.
Entonces, vieron que una luz se acercaba corriendo hasta ellos. Era Trip, que venía a ofrecerse para buscar al pequeño gusano.
Pensaron en lo mal que se habían portado con él y sintieron vergüenza. Pero Trip les guio con su luz, sin rencor, a través del bosque.
Por fin encontraron al gusanito y se pusieron muy contentos a cantar y a bailar. Todo fue gracias a las pintas de colores de Trip, que tan raras les habían parecido al principio.


Andrés Vela 1ºB

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