Historias de cronopios y de famas

Historias de cronopios y de famas
Breve resumen de la obra
Este libro recoge una serie de micro relatos que hacen referencia a nuestro día a día. Así, nos podemos encontrar con instrucciones sobre, por ejemplo, cómo subir unas escaleras o llorar, e incluso observaciones como el desprendimiento de las gotas en el marco de una ventana. Éstos son descritos con todo el respeto, la ironía y la diversión con los que cuenta Cortázar, convirtiéndolo en una obra amena y divertida.
Opinión personal
Antes de leer esta obra, he leído varios fragmentos de Julio Cortázar y, fue uno de ellos, “Aplastamiento de las gotas”, el que me llevó a leer “Historias de cronopios y de famas” gracias al cual me he aficionado más a los libros de este escritor.
Conforme iba avanzando en esta obra, más aumentaba mi atención por la forma que tiene de tratar temas tan coloquiales como cómo llorar o tener miedo de un modo irónico pero real. Es ésta la principal razón que ha hecho que quiera seguir leyendo los libros de este escritor.
Aconsejo, no solo esta obra, sino también este escritor a cualquier persona para que sea consciente de muchos hechos que trata pero, sobretodo, para pasar un buen rato con su lectura.
Y para muestra… un botón:
Aplastamiento de las gotas

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Julio Cortázar
Marta Correro 4º E.S.O. A